Cada persona tiene su camino en la vida, creando para sí las condiciones favorables o desfavorables para su convivencia. Con esas palabras Veronika Svechnikova hablaba de la vida, sin sospechar a qué paraderos la llevaría el destino.
En la escuela había una alumna ejemplar. Recibió su pasaporte a los 16 años. En un instante, al sentir la libertad comenzó a tratar con desdén a sus maestros. Trabajo por algún tiempo de niñera, luego decidió irse de vendedora a una tienda. Primero sintió adicción por el alcohol, luego se dedicó a vender drogas, a las que se hizo adepta con el transcurso del tiempo. Traía a hombres a su casa, para consumir en compañía las pociones de drogas. Nadie pensaba siquiera en dejar la droga en esos momentos. Al mismo tiempo daban golpizas a la madre, preparados de antemano.
Un día la madre no resistió más. Decidió hacer una declaración a la policía por la posesión y venta de narcóticos de su hija, además de filmar las escenas de golpizas. Pero quedó en acuerdo con la abuela de que tratarían de convencer una vez más a la hija, a las buenas. En la víspera por la tarde Veronika salió de su turno de la tienda y como siempre volvía ebria a casa.
Ese mismo día regresaba de Moscú el hermano de Veronika, que “amaba mucho a su hermana. Junto a él apareció su amigo Oleg. Los amigos habían despedido a otro colega que iba para el ejército por eso ya venían “alegres”. La madre dio de comer a los chicos recordándoles que no liaran con Veronika, y se fue adonde la abuela. Ellos estuvieron de acuerdo pero decidieron agregar algunas copas de más y hablar con la hermanita.
De mañana, los vecinos notaron la puerta semiabierta del apartamento y llamaron a la policía. AL entrar vieron a Veronika en un charco de sangre con las manos cercenadas. Tenía una cuerda sintética alrededor del cuello que dejaba marcas también en los labios y la barbilla. Horrible escena. El cuerpo estaba desfigurado, las manos cercenadas hasta los codos. Más tarde los operativos hallaron las extremidades cortadas escondidas en una despensa, su aspecto causaba horror. Luego corrieron a la captura del último de los “invitados” de Verónika.
Los operativos capturaron rápidamente a los cómplices del caso. Durante la investigación los chicos alegaron que, para aumentar los efectos de su estado eufórico, prepararon una sustancia con una receta propuesta por su hermana. Todo después ocurrió como en la niebla. Recuerda que buscaban una sierra, solo ¿para qué? Les recordaron – para cercenar a vuestra hermana. AL fin de la entrevista, existía una sola versión – el crimen tuvo lugar por antipatías personales.
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