La juventud de hoy es difícil de sorprender con historias sobre la dependencia, la nocividad de la droga y sus consecuencias nefastas para el organismo. Ya los jóvenes han oído eso muchas veces. Sin embargo eso no les impide a los adolescentes a engancharse a una u otra forma de “regocijo”, pues para ellos consumir narcóticos está de moda, es interesante e inusual..
En el mundo actual la droga es popular no solo entre las capas pobres de la sociedad, sino entre representantes de familias prósperas y ricas. Culaquier jovencita producto de las características propias de su edad tendería a probar algo nuevo, mientras que las historias aterrorizantes sobre el mal de la droga, sobre todo de labios de los que nunca la han probado, parecen poco convincentes. Lo único es que dejar la droga luego se convierte en un problema grave.
Bien está, no hablaremos más de lo necesario. No mostraremos los detalles desagradables de las consecuencias fisiológicas. La faz de los drogadictos habla ya por sí misma. He aquí la belleza de las jóvenes que encontraron nuevas experiencias en los narcóticos. Su belleza sin duda que no salvará el mundo de nadie.
